Brasil estará en cabeza de los exportadores mundiales del sector agroalimentario en el horizonte de los próximos 10 años y consolidará así el avance en este sector que ha tenido en los últimos tiempos, según la OCDE y la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO).
La continuación del crecimiento en cultivos de aquí a 2024 se basará en la mejora del rendimiento y en la expansión de las superficies, destacaron en un capítulo dedicado a Brasil del informe anual de Perspectivas Agrícolas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) y de la FAO.
Las superficies llegarán a 69,4 millones de hectáreas, lo que representa un 20 % más que la media del periodo 2012-2014 y un incremento anual del 1,5 %.
Buena parte de esa expansión de los cultivos tendrá que ver con la caña de azúcar, con un alza del 37 %, del algodón (35 %) y de las oleaginosas (23 %).
En cuanto a la productividad, la progresión será más pronunciada en los cereales (como el trigo y el arroz) y menos importante en el caso del algodón, de las oleaginosas o de la caña de azúcar.
La soja seguirá siendo el principal producto agrícola de Brasil, que es el "número dos" mundial tras Estados Unidos.
Las exportaciones de soja en 2024 deberían generar 87.500 millones de reales (22.800 millones de dólares y unos 20.389 millones de euros), algo menos en valor que actualmente.
La razón es que el consumo interior de granos oleaginosos va a incrementarse en un 27 % en los próximos 10 años, lo que implicará una disminución de los volúmenes exportados.
En 2013, las exportaciones de soja subieron a 23.000 millones de dólares (20.567 millones de euros), lo que significó el 26 % de las ventas de productos agroalimentarios al exterior.
De hecho, las exportaciones totales del sector, de 89.500 millones de dólares (80.035 millones de euros) en 2013, supusieron el 9 % de los intercambios mundiales, cuando Brasil había representado el 4,5 % del total mundial en 2000, con 14.300 millones de dólares (12.787 millones de euros).
Para Brasil, el peso relativo de las ventas agrícolas en el exterior progresó del 25 al 36 % entre 2000 y 2013.
La importancia de China entre sus compradores aumentó significativamente, ya que el gigante asiático pasó de ser el undécimo importador del sector primario brasileño en 2000, con un 3 %, a convertirse en el primero en 2013, con casi el 20 %.
La OCDE y la FAO reconocieron que Brasil ha conseguido "resultados notables" en la lucha contra el hambre y en la reducción de la pobreza.
A este último respecto, las dos organizaciones estimaron que para continuar en esa línea, "las políticas de desarrollo rural deben ser más selectivas".
Se trata, en su opinión, de ofrecer más posibilidades para las explotaciones de auto-consumo, pero también en productos que "tienen un valor elevado", como el café y los productos hortofrutícolas tropicales.
Via wradio
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